COMUNICADO DE PRENSA: Relato de La Nación Roja respecto del tiroteo del día jueves

COMUNICADO DE PRENSA: Relato de La Nación Roja respecto del tiroteo del día jueves

PARA SU PUBLICACIÓN INMEDIATA: 30 DE SEPTIEMBRE DE 2023

CONTACTO: editortherednation@gmail.com

¿QUÉ SUCEDIÓ?

LA NACIÓN ROJA RESPONDE AL ATAQUE RACISTA CONTRA LOS PUEBLOS INDÍGENAS

¿DÓNDE/CUÁNDO?

28 DE SEPTIEMBRE DE 2023
EDIFICIO ANEXO DEL CONDADO DE RÍO ARRIBA

¿QUIÉN?

LLAMADO A TODOS LOS FUNCIONARIOS NACIONALES, ESTATALES, TRIBALES, DEL CONDADO Y DE LA CIUDAD, Y A LOS ALIADOS DEL MOVIMIENTO, A QUE CONDENEN ESTE ATAQUE RACISTA Y A QUE EXIJAN LA PROTECCIÓN DE LOS PUEBLOS INDÍGENAS

¿POR QUÉ?

Un alborotador abrió fuego durante una celebración/rezo en territorio Tewa (Española, Nuevo México) poco después de las 12 pm, hora local el jueves 28 de septiembre. Este fué un acto de violencia premeditado. El alborotador baleó a Jacob Johns (Hopi y Akimel O’odham) en el torso. Johns estaba protegiendo a miembros de un grupo pacífico reunidos con media docena de guardianes de la paz de la comunidad en el edificio anexo del condado de Río Arriba. Se oyó al atacante decir “vamos a hacerlo” a un pequeño grupo de hombres, unos segundos antes de abrir fuego. En el momento del tiroteo, los miembros de la comunidad estaban celebrando la postergación de la reinstalación de una estatua de Juan de Oñate que había sido retirada de su ubicación en Alcalde, Nuevo México, el 15 de junio de 2020. Los funcionarios del condado de Río Arriba tenían previsto volver a instalar la estatua el jueves por la mañana en una nueva ubicación frente al edificio anexo del condado, pero pospusieron la reinstalación después de que miembros de la comunidad y activistas ejercieran presión al inicio de la semana. La noticia de la postergación supuso un alivio para los organizadores, quienes convirtieron la protesta pacífica prevista en una celebración improvisada y pacífica, que incluyó discursos y el compartir de una comida comunitaria.
Antes del tiroteo, se pudo ver al alborotador enemistarse con la multitud, haciendo comentarios racistas y refiriéndose a los asistentes como “indios” y, en un momento dado, proclamándose seguidor de QAnon. El alborotador también se presentó a los medios de

comunicación que estaban allí, y pidió ser fotografiado y filmado. En los momentos previos al tiroteo, el alborotador intentó acercarse a la pequeña multitud, en su mayoría mujeres y niños indígenas, quienes se congregaban a escuchar a los oradodres del evento frente a la entrada principal del edificio. Las imágenes de vídeo muestran como Jacob Johns y otras personas que formaron parte de las fuerzas de mantenimiento de la paz de la comunidad, lograron impedir que el alborotador se acercara a la multitud. Testigos presenciales especulan que el atacante intentaba abrirse paso entre la multitud para disparar al orador, o saltar al pedestal de cemento con el objetivo de conseguir una posición ventajosa para llevar a cabo un tiroteo masivo. Las imágenes de vídeo muestran también que las fuerzas de mantenimiento de la paz de la comunidad no persiguieron al atacante una vez que lograron apartarlo al otro lado de un muro a un costado de la acera del complejo. A pesar de ello, el alborotador se metió la mano derecha bajo la sudadera, sacó una pistola, apuntó y disparó contra la multitud, alcanzando a Johns en el torso. Testigos presenciales y las cámaras captaron la presencia de más munición guardada en su cinturón. Testigos presenciales han confirmado que el alborotador ajustó rápidamente su puntería tras disparar a Johns y apretó el gatillo por segunda vez con la intención de disparar a Malaya Peixinho, una de las asistentes, pero el arma se atascó, impidiendo la salida de más balas. Al darse cuenta de que no podía seguir adelante con su plan de ataque, el tirador dió media vuelta y huyó hacia el estacionamiento del complejo, se subió a un Tesla blanco y se marchó a toda velocidad. Además, de acuerdo a testigos presenciales, el atacante intentó desatascar su arma mientras huía. El atacante fue detenido más tarde a once millas de distancia, por la policía estatal de Nuevo México en Pojoaque, Nuevo México.

A pesar de que el condado de Río Arriba habló de la preocupación por la “seguridad pública” como la razón para posponer la reinstalación, el condado no ofreció protección a los miembros de la comunidad indígena durante el día jueves. De hecho, el condado de Río Arriba y los dirigentes de todos los niveles de gobierno estaban muy conscientes de la alta probabilidad de que hubiese violencia armada. Denise Williams, madre de Scott Williams, quien fuera blanco y víctima de los disparos durante una protesta donde la estatua de Oñate fue derribada en 2020, dijo haber llamado a la oficina de la gobernadora Michelle Lujan- Grisham, a la oficina del senador de EE.UU. Martin Heinrich, a la Policía Estatal de Nuevo México, a la oficina del Fiscal General de Nuevo México, a todos los miembros del Congreso de EE.UU. que representan al Condado de Valencia en Nuevo México, y a todos los representantes y senadores estatales de Nuevo México del Condado de Valencia, antes del evento del jueves, para advertirles de la alta probabilidad de que hubiese violencia armada dirigida a los asistentes. La senadora estatal Elizabeth “Liz” Stefanics fue la única que respondió. Inmediatamente después del tiroteo, el padre de Scott Williams, Dan Williams, volvió a llamar a la oficina de la gobernadora para decirle que “tenía las manos manchadas de sangre”, por no haber respondido adecuadamente a ambos tiroteos. Inmediatamente después del tiroteo, dos empleados del edificio anexo del condado de Río Arriba negaron la entrada al edificio a los niños que buscaban refugio del tirador. Procedieron a salir, gritándole a la gente que se fuera, e hicieron comentarios despectivos sobre los asistentes y la víctima Jacob, mientras luchaba por su vida a tan sólo unos metros de ellos. La policía no acudió a tiempo a pesar de que el atacante se encontraba en el mismo estacionamiento que la oficina del sheriff del condado de Río Arriba, y la ambulancia tardó varios minutos más en llegar. Testigos presenciales informaron sobre la absoluta ausencia de intervención policiaca. Los organizadores del evento reunieron a un equipo comunitario de mantenimiento de la paz, para que proporcionaran las que terminaron siendo las únicas

medidas de seguridad pública presentes en el lugar. Johns y otra media docena de hombres indígenas y aliados se ofrecieron sin dudarlo como voluntarios. Cuando Johns recibió el disparo, fueron los asistentes quienes proporcionaron la atención médica de primera respuesta, salvándole la vida. El primer agente de las fuerzas del orden que llegó al lugar ordenó a los miembros de la comunidad que prestaban asistencia médica que se alejaran, pero éstos se negaron porque el agente no se identificó como médico y no hizo ningún otro intento de prestar asistencia.

Estamos increíblemente alarmados por el hecho de que los servicios de prisión preventiva hayan recomendado que el atacante quede en libertad sin requerimiento de una fianza en efectivo. Sabemos por experiencia propia que tiroteos como éste, que son motivados por razones políticas y raciales, envalentonan a otros vigilantes con ideas afines y que sienten el mismo desprecio por personas indígenas y por los organizadores. El alborotador y sus simpatizantes suponen una amenaza muy real y grave para todos los pueblos indígenas y, en concreto, para las mujeres indígenas activistas. La clase dirigente, a la que el propio Alex Naranjo alabó como “un sistema con el que hemos convivido durante 400 años”, se dedica a proteger a asesinos de indios quienes se constituyen como los soldados de infantería del colonialismo. Esto significa que prácticamente no hay protección formal, ni justicia para los pueblos indígenas, las mujeres y los activistas en estos tiempos de gran peligro. Hacemos un llamado a todos los funcionarios nacionales, tribales, estatales, del condado y de la ciudad, y a los aliados del movimiento, para que condenen este ataque racista y exijan seguridad y protección para los pueblos, mujeres, organizaciones y comunidades indígenas. Hacemos un llamado a todos para que se pongan en contacto con sus funcionarios y ejerzan la debida presión.

Exijan lo siguiente:
1. ¡¡¡No liberen al atacante!!!

2. Este debe ser reconocido como un crimen de odio racial por todos los

niveles de gobierno.
3. ¡¡Protejan a las mujeres nativas!!

Por el momento, el atacante está detenido en la cárcel del condado de Río Arriba, en Tierra Amarilla. La audiencia para la fianza esta programada para el día lunes 2 de octubre a las 11:30AM en la Corte de Magistrados de Rio Arriba. Informaremos al público cualquier actualización.

Se pide realizar un rezo por Jacob Johns y su familia. Se ha creado un GoFundMe para ayudarle a él y a su familia durante su recuperación. Favor de donar y circular la solicitud de donación.

Las actualizaciones así como canales de medios sociales de La Nación Roja, noticias y otros enlaces se pueden encontrar aquí.

Nuestro primer comunicado de prensa y las demandas originales de la acción, se pueden encontrar aquí.