¡Leonard Peltier regresa a casa!
Tras medio siglo de encarcelamiento injusto, Leonard Peltier vuelve por fin a casa. «Por fin se ha acabado. Me voy a casa», dijo Peltier al conocer la noticia. «Quiero demostrar al mundo que soy una buena persona con un buen corazón. Quiero ayudar a la gente, como me enseñó mi abuela».
Durante décadas, el ahora anciano Dakota y Ojibwe, miembro del Movimiento Indio Americano (AIM por su siglas en inglés), representó un poderoso símbolo para millones de personas. Su encarcelamiento ha sido visto como un castigo colectivo contra generaciones de Indígenas que lucharon por la liberación, desde el Movimiento del Poder Rojo (Red Power movement) de los años 60 y 70 hasta el Movimiento Protector del Agua (Water Protectors movement) que luchó contra la construcción del oleoducto Dakota Access en 2016. Los pueblos Indígenas han pagado con sangre la protección de sus tierras, aguas y medios de vida frente a la embestida del colonialismo genocida de los colonos. En la actualidad, los Indígenas estadounidenses se enfrentan a uno de los índices de encarcelamiento y violencia policial más elevados de todos los grupos sociales de ese país. Las cinco décadas de injusto encarcelamiento de Leonard Peltier son una acusación y una mancha para el llamado «sistema de justicia penal estadounidense».
Como muchos Nativos, Leonard Peltier es también un superviviente del genocida sistema federal de escuelas residenciales indias, que lo arrancó de su familia y de su tierra natal cuando era sólo un niño. Sólo en los últimos dos años Estados Unidos ha reconocido y se ha disculpado formalmente por siglos de atrocidades que cometió contra los niños Indígenas. Los innumerables horrores infligidos a la juventud Indígena aún no se han comprendido ni rectificado del todo mientras se siguen descubriendo sus tumbas. En las horas más oscuras, cuando los medios de comunicación corporativos guardaron silencio sobre Leonard Peltier y los partidos gobernantes optaron por dejarle sufrir entre rejas, la gente humilde del Oyate Oglala Lakota y los movimientos Indígenas de base mantuvieron vivo el fuego de la liberación. Mientras, los verdaderos asientos del poder en el llamado Indian Country mantuvieron la luz encendida para Leonard Peltier, sabiendo que nunca serían verdaderamente libres hasta que su anciano y veterano guerrero volviera con ellos.
El FBI creó la imagen de él como un asesino despiadado. Como con todos los movimientos de liberación, los colonizadores intentan convertir a los luchadores por la libertad en criminales para justificar su propio comportamiento criminal hacia los Indígenas. Hoy, la guerra sucia del FBI (Buró Federal de Investigaciones) contra el Movimiento Indio Americano y el pueblo Oglala ha quedado impune. La tribu Sioux Oglala ha hecho múltiples llamamientos para que el FBI rinda cuentas de sus actos criminales dentro de la reservación, mediante investigaciones en el Congreso. Sin embargo, al igual que los llamamientos a favor de la libertad de Peltier, esas demandas fueron ignoradas.
En su lugar, Leonard Peltier pagó el precio de las fechorías del FBI. Su único delito fue defender a su pueblo. Por ello, le robaron su libertad y su dignidad. Le arrancaron de nuevo de su familia. Las tortuosas condiciones del sistema penitenciario estadounidense acabaron con su salud y le privaron de su derecho a acceder a sus ceremonias espirituales. A pesar de estas terribles circunstancias, Leonard produjo arte desde su celda desde 1985 y donó sus pinturas para recaudar dinero para sus esfuerzos de defensa, mostrando cómo ha mantenido su inocencia y dedicado su tiempo tras las rejas para expresar artísticamente la firmeza de las luchas de liberación de los pueblos Indígenas.
Leonard Peltier es uno de los presos políticos más antiguos de Estados Unidos y en julio de 2024 se le denegó la libertad condicional, lo que algunos denominaron una condena a muerte de facto. La clemencia ejecutiva se concedió finalmente en los últimos minutos de la presidencia de Biden. Tanto demócratas como republicanos dejaron que Leonard languideciera en prisión y ninguno de esos partidos merece elogios. Incluso ahora, se niegan a indultar a Peltier, concediéndole una conmutación para que cumpla el tiempo restante de su cadena perpetua en reclusión domiciliaria en lugar de hacerlo en plena libertad. Permitirle volver a casa tras cinco décadas de tortura no es una victoria que Biden o su partido puedan atribuirse. Si quieren asumir algún tipo de responsabilidad, entonces que sea la de ser responsables de mantener el sistema que lo puso y lo mantuvo allí.
Todo el mérito de esta victoria es para los guerreros que “votaron con sus pies” (frase acuñada al Movimiento de Indios Americanos), aquellos cuyos espíritus no se contentan con vivir únicamente dentro de una urna electoral y emprendieron acciones directas a través de múltiples administraciones. Esta es la victoria de nuestro pueblo.
La noticia de la vuelta a casa de Leonard Peltier llega al mismo tiempo que la liberación de los presos políticos palestinos en Cisjordania, mientras los gazatíes regresan al norte de Gaza y en el día siguiente al acuerdo de alto el fuego que pone fin a una guerra genocida. En todo el mundo, los pueblos Indígenas se alegran de que sus guerreros vuelvan a su hogar.
En el espíritu de Crazy Horse, Leonard Peltier, Joe Stuntz y todos los guerreros de nuestra gente.